La infancia de Ronaldo Benito Osorio Sabino, más conocido como Sibenito en TikTok, no fue nada fácil. Durante varios años en Navidad no recibió algún juguete, ropa nueva o, como se suele ver en televisión, una deliciosa cena navideña con un colorido árbol. Según cuenta, muchas veces en Nochebuena se echaba a llorar en su cuarto al notar de estas carencias. El muchacho de 26 años expresó a La República que esos recuerdos aún le duelen, pero que ahora es mucho más consciente de que sus padres siempre trataron de darle todo lo mejor y lo primordial: amor y unión.

“Siempre, la Navidad era bien triste. A veces era complicado tener un regalo o ropa nueva. Cuando uno es niño no comprendía mucho sobre la falta de dinero. Yo de niño siempre quise tener juguetes, le decía mis papás y me iba a dormir, triste, lloraba en mi cuarto, me acuerdo. Ahora esos recuerdos … (voz entrecortada), es complicado”, menciona con tristeza.

En la actualidad, Sibenito se ganó el cariño de 7.5 millones de seguidores en TikTok, gracias a su humildad y talento. Sostiene que esta plataforma le está dando la oportunidad de demostrar sus dotes en la comedia, habilidad que tenía desde muy pequeño. A la par, cumple al máximo todos los sueños de sus padres.

“Siempre fui agradecido, he tenido esa dicha de tener a papá y mamá siempre juntos. Somos una familia bien unida, ese amor nos transmitieron a mí y mi hermano. Debemos apreciar el esfuerzo de nuestros padres”, comenta.

Le gustaba participar en las actividades de su escuela por el Día de la Madre, Día del Padre y otras en su natal Casma en Áncash. Refiere que los personajes que sembraron la chispa de alegría en sus videos virales fueron los cómicos ambulantes como ‘Tripita’, ‘Loncherita’, ‘Chino Risas’, ‘El Cholo Juanito”, entre otros.

“Cuando estaba en secundaria, junto con tres amigos hacíamos presentaciones de comicidad, teatro. Creo que ahí nace mi interés de hacer comedia y transformarlo en video”, expresó.

Tras acabar el colegio, se mudó a Lima para estudiar Gastronomía. Allí estuvo viviendo con sus padrinos y conoció más de la vida en la ciudad. “Gracias a ellos aprendí de la ciudad, conocí internet, qué es YouTube, me alimenté de muchos youtubers. Yo también quise ser así y hacía contenidos con amigos de Lima (monólogos), pero no se pudo”, sostiene.

Esos fueron sus pininos en la edición y producción. Realizaba algunos videos mientras trabaja y estudiaba. Sin embargo, cuando iba a iniciar un trabajo, llegó la pandemia y tuvo que retornar a Áncash. Para ese entonces, Sibenito ya tenía 28 seguidores en TikTok de forma casual. Fue cuando trabajaba en la chacra junto con sus padres y decidió reactivar la cuenta. De esta forma, publicó su primer clip que pronto se convirtió en viral.

“Primero usaba audios en tendencia. Cuando regresé al campo, TikTok seguía en tendencia y me descargué la aplicación, tenía 28 seguidores. Empecé a crear contenido porque una cosa es ser imitador. Se me ocurrió la idea de que mi mamá me golpee a modo de broma con un palo y como madre protectora tuvo miedo. Actué que me desmayaba. Ese clip fue muy viral, ese día hice como 50.000 vistas, para mí era uff. Ahí decidí hacer contenido”, expresó.

Desde esa fecha, Sibenito no se detuvo y tuvo como cómplice a su mami que lo apoyó en todas sus locuras. Gracias a ese esfuerzo, varias marcas decidieron darle su confianza, y por su mente se cruzó la idea de hacer realidad la casita a sus padres. Aunque el proyecto tardó en concretarse un año e incluso tuvo que solicitar un crédito bancario, Sibenito continuó hasta lograr que su mamita Yolanda tenga la cocina soñada.

¿Por qué Sibenito tiene tanto empeño en que sus padres logren sus sueños?

Todo se resume en agradecimiento. El joven tiktoker quiere hacer realidad los sueños de sus padres porque ellos le dieron todo lo que pudieron a él y a su hermano.

De forma anecdótica, cuenta que cuando era niño e iba a pastear las ovejas con su mamá, siempre le pedía que le compre un biscocho de 50 céntimos y un helado de 10 céntimos. Sin embargo, la señora Yolanda en ese entonces no tenía mucho dinero, pero le dio lo que podía: 30 céntimos. “Ahora entiendo todo eso, me pongo en el lugar de ella, mi mamá no tenía, me dio mucha tristeza”, contó.

Otra historia muy interesante es cuando la mamá de Sibenito cumplió su sueño de viajar en avión. “Cuando era niño, mi mamá trabajaba en una empresa y su amiga le contaba que siempre viajaba a Chile. Mi mamá nos lo decía en el almuerzo. Yo decía: ‘Qué bonito’, por eso quería que viva esa experiencia”.

La señora Yolanda viajó de Lima a Cusco aprovechando que Sibenito iba a vender algunos polos de su emprendimiento. “No hubo turbulencias en el avión, ella estaba feliz. Pudo ver lagunas, montañas. Yo sentí que una parte de mí que se llenaba, es bien bonito cuando cumples el sueño de tus padres”, explicó.

¿Cuáles son los proyectos a futuro de Sibenito?

El famoso tiktoker quiere crear su restaurante en su natal Casma. Alega en que no será fácil, pero entre sus deseos está poner en práctica su carrera de Gastronomía. Además, en su casita quiere habilitar una zona para tener colaboraciones con otros creadores del Perú y desarrollar nuevos talentos de Casma.

Entre su iniciativa más cercana está la realización de una chocolatada para niños de escasos recursos. “Hay rinconcitos donde las autoridades no llegan”, sentencia.

Asimismo, sostiene que siempre seguirá siendo el mismo y cambiará, pese a la popularidad que posee. «Para mí la ropa no es primordial, lo primordial es lo que transmites. Mi abuelita me decía ‘La ropa no te suma ni te resta, lo importante es lo que tengas en tu cabeza y tu corazón’.